Hay algo que nos preguntan con frecuencia: ¿por qué eligieron hacer todo libre de gluten y a base de plantas?
A lo que casi siempre respondemos cortito: porque soy (o porque Carlita es) intolerante al gluten y vegana.
Pero la verdad es que es una respuesta bastante escueta para la grandeza y el peso que tienen los motivos de la decisión.
No es simplemente una etiqueta, es una decisión
Elegimos trabajar con recetas 100% veganas y sin gluten no como una restricción, sino como una elección. Una elección que parte del deseo de alimentar desde otro lugar: más consciente, más amable, más curioso también.
Sí, muchas de las personas que nos eligen lo hacen porque tienen alguna intolerancia o alergia. Y nos encanta poder ser una opción segura y confiable para ellas. Pero lo que hacemos no es solo para quienes “no pueden” comer otra cosa. Es para quienes quieren probar un camino diferente. Para quienes buscan sabor sin sufrimiento. Para quienes entienden que cocinar también puede ser un acto político, creativo y sensible.
Cocinar sin gluten ni ingredientes animales nos exige más
Lejos de limitarnos, esta forma de cocinar nos desafía. Nos empuja a reinventar técnicas, a mezclar harinas, a investigar, a probar mil veces una receta hasta que funcione sin manteca, sin huevo, sin harinas convencionales.
A veces es frustrante. A veces es hasta mágico. Pero siempre es un acto de amor, de fe y de convicción de que se puede cocinar de una manera más respetuosa con nuestra salud y la de la Madre Tierra.
No buscamos reemplazar, buscamos CREAR
No queremos “imitar” la pastelería tradicional. Es verdad que a veces extrañamos los sabores con los que crecimos y a veces queremos imitarlos, pero la realidad es que nos entusiasma más salirnos de lo ya conocido. Estamos buscando y creando otra cosa. Y queremos que te acerques con curiosidad, no con prejuicios porque estamos seguras de que te sorprenderás.
Tal vez nunca comiste sin gluten. Tal vez no seas vegana. No importa. Te invitamos igual. Porque si algo queremos evitar, es que nuestras recetas dividan. Lo que más nos importa es que te conecten con tu gente, tu cuerpo, y con el planeta.